sábado, 11 de abril de 2015

Mi amiga

A Victoria:

Quiero imaginarme subiendo el Cerro de San Felipe y desde allí recobrar toda la magia de mi niñez que siempre me produce alegrías y me reconforta y luego, regresar a Madrid para esperar tu llamada. Tenemos muchas cosas pendientes querida amiga, así que porfavor recupérate y vayamos al parque donde con peluso, argie, pirata y doña Maria Luisa paséabamos esperando que el tiempo trasncurriera divertidas y compartiendo secretos y planes. 

Te recuerdo con la alegría cubana que presumes por dondequiera que vas. Tu plática desenfadada y salpicada de tu peculiar acento y simpatía siempre me hacía preguntarte si era cierto aquello que contabas y cómo lo contabas. Nos conocimos hace más de un año y siempre fuimos cómplices para acabar nuestra tarea en casa de Marisa; llegabas quince minutos antes de tu hora y sólo era porque querías compartir conmigo tus cosas y saber cómo me había ido el día. Así eres; espontánea y jovial pues tu edad es una mentira de tu carácter.

Cruzo el río de San Felipe y encuentro un paisaje lleno de tonos y matices donde el agua transparente y fresca me devuelve la paz que perdí el jueves por la tarde cuando supe qué te había ocurrido. Tomo en mis manos esa agua y me refresco la cara, intentando sacudir mi alma y abrir los ojos para saber que mañana volveré a sonreírte. 

Todo irá bien. 











Carmen


Madrid a 11 de abril de 2015.